- Siga un patrón alimentario saludable durante toda su vida
- Céntrese en la variedad, la calidad de nutrientes y la cantidad de calorías estableciendo sus límites.
- Limite las calorías a partir de azúcares añadidos y grasas saturadas, además de reducir la ingesta de sodio (sal).
- Cambie a alimentos y bebidas más saludables.
Después de estas recomendaciones tan generales, y que podemos oír en cualquier programa de televisión con un médico de familia al frente, especifican bastante más:
- Una variedad de verduras de todos los grupos: Verdes oscuras, rojas o naranjas, legumbres y otras. No es del todo desacertada la explicación pero se queda en poco.
- Frutas, especialmente enteras.
- Cereales, de los cuales la mitad de ellos INTEGRALES.
- Productos lácteos bajos en grasa, incluyendo leche, yogur, queso y/o bebidas de soja.
- Gran variedad de alimentos ricos en proteína, como son las carnes magras y aves de corral, marisco, pescado azul, huevos, legumbres y frutos secos, así como semillas y soja.
- Consumo de aceite. Aunque no especifica recordamos que el más saludable es el de oliva.
Y finalmente indican las restricciones de los siguientes componentes para la dieta:
- Consumir menos del 10% de las calorías procedentes de azúcares añadidos.
- Consumir menos del 10% de las calorías a partir de grasas saturadas.
- Consumir menos de 2'3 gramos de Sodio (Sal común).
- Consumir alcohol con moderación, hasta una bebida al día para mujeres y dos para los hombres. Medida con la que sabéis estamos en desacuerdo, nosotros recomendaríamos esta cantidad a la semana y siendo de cerveza o vino.
Añadir, que aunque son recomendaciones para el contexto norte americano, son aplicables al nuestro y toda recomendación bien fundamentada es siempre buena.